El domingo 8 de
noviembre se ha celebrado el Día Anual de la Promoción de la Vocación
Misionera Redentorista en toda la Congregación. En esta ocasión, el
Padre General, Michael Brehl, se dirige a toda la familia redentorista
con su carta que es de particular importancia ya que la celebración de
este año está lejos de ser típica.
El Padre Brehl reúne para nosotros de forma esperanzadora los diferentes
elementos que coinciden con la celebración de este año, y que no deben
ser pasados por alto, por ejemplo: el tema del sexenio, la situación que
estamos viviendo a causa del Covid-19, aspectos de la Encíclica del Papa
Francisco, Fratelli tutti, el bicentenario de San Clemente (de su muerte
en 1820), el mundo herido en el que vivimos y la invitación de nuestro
25º Capítulo General a tender la mano y caminar juntos en Esperanza.
TESTIGOS DEL REDENTOR:
En solidaridad por la misión en un mundo herido
Queridos Cohermanos, Hermanas, Misioneros Laicos y Asociados
Redentoristas,
Saludos desde Roma mientras nos preparamos para la Jornada Mundial de la
Vocación Misionera Redentorista que se celebrará el 8 de noviembre de
2020 en todas nuestras comunidades e iglesias. Será una celebración muy
diferente en este momento de la pandemia global del Covid-19. Sin
embargo, debemos marcar este día con oración, con esperanza y con fe en
Jesús, Nuestro Redentor y Nuestro Hermano, que nos acompaña.
Como nos recuerda el Papa Francisco en su última Encíclica, Fratelli
Tutti: Sobre la Fraternidad y la Amistad Social, esta pandemia nos ha
revelado cuán herido está realmente nuestro mundo. La pandemia nos toca
a todos. “Todos estamos en el mismo barco”. Mucha gente ha sido
abandonada, descartada, marginada. Somos más conscientes que nunca de
cómo nuestra explotación de los recursos del mundo ha amenazado el
futuro de nuestra “casa común”. El Papa Francisco nos recuerda con
frecuencia que la forma en que nuestro mundo emerja de esta pandemia
dependerá en cierta medida de todos nosotros y de cómo respondamos a sus
desafíos.
Aún en las “sombras oscuras” de la pandemia global del Covid-19, esta
Jornada Vocacional es un llamado a renovar nuestro compromiso misionero
con el mundo herido al que pertenecemos y en el que estamos llamados a
proclamar ¡el Evangelio de Jesucristo Nuestro Redentor! Que éste sea
también un día de nueva vida y esperanza en Nuestro Redentor que “hace
nuevas todas las cosas” (Ap. 21,5).
San Clemente Hofbauer, cuyo 200 aniversario celebramos este año, vivió
nuestra vocación misionera redentorista en tiempos muy desafiantes y
difíciles. Durante más de 30 años luchó por establecer la Congregación
en el norte de Europa. Solo tras su muerte, en 1820, se abrió la primera
fundación permanente en Viena. Afrontó la prisión y el exilio, la
pobreza y el rechazo, pero nunca se rindió. Perseveró en la fe: “¡Ten
ánimo! Dios es el Señor que dirige todo para su gloria divina y para
nuestro bien. Nadie puede resistir a Dios“. A través de San Clemente y
su perseverancia creativa, Dios hizo nacer la misión Redentorista
mundial en un mundo herido.
El XXV Capítulo General (2016) nos desafió a revitalizar nuestra misión
en el mundo herido de hoy. A medida que cada continente discernía sus
prioridades misioneras y su plan apostólico, nos dimos cuenta de que
nuestro carisma como testigos proféticos del Redentor en este mundo
herido es hoy más importante que nunca. No solo debemos perseverar en la
alegría y la esperanza, sino que debemos tener el valor de invitar a los
demás, hombres y mujeres, a unirse a nosotros en esta misión hoy. Juntos
podemos hacer nuestras estas palabras del Papa Francisco:
“Invito a la esperanza, que «nos habla de una realidad que está
enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las
circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en que vive.
Nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de
vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y
eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad y la
belleza, la justicia y el amor. […] La esperanza es audaz, sabe mirar
más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y
compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes
ideales que hacen la vida más bella y digna. Caminemos en esperanza. ”.
(Fratelli tutti, n.55)
Al celebrar nuestra Jornada Mundial de la Vocación Misionera
Redentorista el 8 de noviembre de 2020, caminemos juntos por estos
caminos de esperanza. Más aún, invito a los demás a unirse a nosotros en
solidaridad y alegría y caminar con nosotros por este camino.
Que Dios bendiga y sane nuestro mundo herido. Que María, Nuestra Madre
del Perpetuo Socorro, nos acompañe en nuestra misión. ¡Que San Alfonso y
todos nuestros santos, mártires y beatos nos inspiren y den valor para
llevar hoy la Buena Nueva a los más abandonados, especialmente a los
pobres!
Su hermano en Jesús Nuestro Redentor,
Michael Brehl, C.Ss.R.
Superior General.
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